Un pequeño recuerdo de un anciano (Parte 1)

    Hoy quiero compartir con vosotros un recuerdo que un anciano de Huetor Tajar compartió conmigo hace tiempo. os pido disculpas de antemano si es incompleto, pero hace ya bastantes años que a mi me lo narraron. Dice lo siguiente:

Al comienzo de la guerra civil no se sabia que bando iba a ganar, asi que un joven de unos 14 años de Huetor Tajar (que estaba en la zona nacionalista) decidió irse con sus tios de Salar (que estaba en la zona Republicana) unas semanas, hasta que se aclarara la situación. Cuando las cosas se calmaron un poco, el joven decidió volver con sus padres, con tan mala suerte que, entrando a la venta por el camino del salar, una patrulla nacionalista lo reconoció. Le acusaron de ser un espia para los rojos, cosa que el negó. La patrulla decidió darle sumaria sentencia y, alli mismo, lo ejecutaron pegandole un tiro. 

Esto no es mas que una pequeña muestra de las barbaries que ambos bandos cometieron durante la guerra. 

La guerra civil en Loja

   Hola lectores, hoy vamos a repasar un poco de la historia de Loja, que aparte de ser el bonito pueblo que es hoy día fue escenario de diferentes crimenes cometidos por ambos bandos:


Cuando el día 20 de julio se declara el Estado de Guerra en la provincia de Granada, los primeros en recibir la noticia en Loja fueron los miembros del Ayuntamiento, lo que provocó la proclamación de una huelga general de todos los trabajadores del término municipal. Los componentes de las clases más desfavorecidas de la sociedad abandonaron sus faenas agrícolas e industriales, y mientras unos se recluyeron en sus domicilios en espera de noticias sobre la crisis, otros se dedicaron a mostrar su apoyo a la actuación municipal poniéndose a sus órdenes. La situación estratégica de Loja, como nudo ferroviario y de comunicaciones, era fundamental para la idea de asegurar el corredor entre Granada y Sevilla, lo que provocó que se considerase la ciudad como objetivo prioritario por parte de los sublevados, que ya intentaron ocuparla desde los primeros momentos.

De este modo, a las cinco de la mañana del 23 de julio de 1936 se organizó en Granada una columna de fuerza de sublevados con el objeto de entrar en la ciudad de Loja intentando anexionar el territorio al ya dominado por las tropas franquistas. La columna estaba formada por una sección de Infantería, provista de dos morteros y dos ametralladoras; una sección de Artillería a pie, un camión de Asalto y otro camión de jóvenes militarizados. También iba un avión como auxiliar de la columna. Cuando se encontraban a dos kilómetros de la ciudad se encontraron algunas barricadas formadas con piedras y árboles, colocadas de trecho en trecho en el lugar denominado Cuesta de los Cuadros. En las cercanías del cementerio se hicieron algunas descargas contra las fuerzas sublevadas, éstas causaron a los defensores de Loja 20 muertos, numerosos heridos y 200 prisioneros. Seguidamente ocuparon el Ayuntamiento y el cuartel de la Guardia civil.

Una vez establecidas las tropas en Loja, llegó un camión ocupado por malagueños que venía en ayuda de Loja, llevaba armas y explosivos. Éstos fueron reducidos con la mayor dureza, consiguiendo escapar uno de ellos. Sin embargo, sobre las dos y media de la tarde, comenzó un ataque de las milicias, prolongándose hasta las primeras horas de la madrugada del siguiente día, en que las fuerzas sublevadas deciden abandonar y replegarse a Granada.

Finalmente, a las tres menos cuarto de la tarde del 18 de agosto de 1936, Granada quedó unida a Sevilla tras la ocupación de Loja por las fuerzas del Ejército franquista. En el tiempo comprendido entre el 18 de julio y el 18 de agosto de 1936, se produjeron diversas muertes de personas de significación derechista. (39 asesinatos en un mes según fuentes del Registro Civil).

La unión de las columnas Varela y la mandada por el Coronel de Infantería Basilio León Maestre se produjo en la Venta del Pulgar, a 10 kilómetros de Loja. Inmediatamente, una sección de ametralladoras del Tercio ocupó las alturas del lado izquierdo de la carretera, que dominan El Salar, donde había todavía grupos de republicanos huidos de Loja.

Los primeros en entrar en la población de Loja, esperando allí la llegada de las demás Columnas, fueron los Regulares. Momentos antes, por miedo a las represalias de los militares que ocupaban su territorio, la gran mayoría de la población trabajadora abandonó sus poblaciones de residencia, sus hogares, para trasladarse a otros lugares donde aún resistía la República; en muchos casos, lo único que consiguieron fue dar vueltas de un lugar a otro para terminar entregándose a las fuerzas del Ejército franquista.

El día 19 de agosto, un día después de la entrada en la población, a las once de la mañana, una pareja de legionarios procedía ya a entrar en el domicilio del alcalde socialista de Loja, por suponer que en él se encontraba el dirigente. La pareja penetró en dicha casa acompañada de un vecino y la registró sin tener resultado. Pero cuando iban a retirarse observaron que se había oído un ruido en una de las habitaciones del segundo piso y al entrar en el mismo pudieron ver por una ventanilla de escape de una chimenea la cabeza de un hombre, siendo reconocido, los legionarios le hicieron varios disparos que provocaron su muerte. En sus bolsillos encontraron billetes, rotos en su mayoría.

A partir de se momento, comenzaron a actuar las milicias de Falange Española de la ciudad de Loja, prestando importantes servicios de captura y policía. (Fueron inscritos en el Registro Civil 68 fusilamientos entre la entrada de las tropas franquistas hasta el final de 1939, junto con 23 suicidios y 14 muertes por motivos dudosos).

Sirva de ejemplo para mostrar el miedo que sufria la población, la anécdota siguiente: “...Cuando marchaban hacia Riofrío, el Jefe de la Sección de la Columna requirió a un joven que había en la calle principal de Loja, para que, como conocedor del terreno, les acompañara. El muchacho, barbero de profesión, se echó a llorar amargamente diciéndoles que él no había hecho nada, resistiéndose a entrar en el coche. Fue necesario
que el Jefe de la fuerza le explicara que no le había de ocurrir nada y que sólo se requerían sus servicios para ayuda de la columna... En cambio, otro joven de la localidad, con ánimo más decidido y entusiasmado, se brindó voluntario a viajar en el estribo del coche para guiarles, poniendo de esta forma fin al pánico del barbero de Loja.” (1 de septiembre de 1936).

Fuentes: Archivo de la Junta de Andalucía.

Un poco de historia de Alhama de Granada

Hoy traigo un pequeño extracto de un gran libro que aporta multitud de información sobre la guerra civil en Alhama.  Incluye algunos apodos de familias que me consta que son reconocibles a día de hoy. Si eres de Alhama o simplemente te gusta la historia de la guerra civil, lee el extracto. Te gustará .

Después del extracto muestro la referencia al autor y a donde conseguir el libro (No es fácil de encontrar)

1° El levantamiento de los militares el 18 de lulio de 1936 y la resistencia de Alhama, con todo lo que pasó encuanto a las colectividades, las milicias Facistas, los bombardeos, hasta la toma de Alhama por las fuerzas de Queipo de Llano ocurrida los días 22 y 23 de enero de 1937.

2° Segunda etapa, La Corría, como se le llamó y todos nosotros la conocimos, con todas sus peripecias, sufrimientos, el frío, la nieve, los malos caminos, las malas noches, el miedo a que te cogieran los “fachas”, los bombardeos, los barquillos ametrallando a la población civil desde las playas, las muchas lluvias que caían sin parar, la gente que se ahogaba en los ríos crecidos. Hasta llegar a nuestro destino, el pueblo que nos acogió como refugiados de la provincia de Granada, conocido con el nombre de Baza, y en él estaba el gobierno civil de dicha provincia de Granada. […].


Alhama y la Revolución.

En los primeros días de la revolución a Alhama llegaron unos desconocidos con ropa de milicianos y según el que los mandaba iba vestido de Capitán republicano y se llevaron con engaños al dirigente de las juventudes socialistas y en Zafarraya lo asesinaron. Era conocido por el apodo de “el señorito”, parece ser de que su nombre era Rafael Cacero Arenas […].


Comentarios a las fotografias :

Foto 1 : Estos molinos de harina que marchaban por medio de la fuerza del agua del río Alhama son los molinos en cuestión y que uno         [2] de ellos estuvo colectivizado. Del 19 de julio 1936 que se empezó a preparar, hasta el 22 de enero 1937 que el pueblo tuvo que salir de “estampida”, en el molino había 14 operarios y todos trabajaban. Ya no tenían amo (patrón), para que lo querían, pues cuando lo había era el “zángano” de la colmena. Este molino solo, producía más harina que todos los otros. Pues los otros sus dueños que no se quisieron marchar, los quisieron seguir trabajando como antes. Nadie les puso per’ros, pero no tenían que explotar a los demás. Si este molino lo colectivizaron fue porque el dueño se marchó con los sublevados. El dueño se llamaba Don Paco Larios Trascastro.







Foto 2 : En este castillo que marcamos con una C, hubo las milicias Fascistas […]



Foto 3 : Aquí marco con una X la casa en la cual los obreros instalaron la colectividad y con una T el teatro Cervantes, el cual lo tenía en gerencia un tío de mi patre llamado Manuel López. Había en este mismo edificio una taberna y la cual se ocupaba también el tio Ajuanula como le decían por apodo. Ni que decir tiene de que en dicho teatro se representaban ya en Republíca obras revolucionarias y demás, pues seguramente todo esto los fachas lo tuvieron en cuenta y nuestro tío Manuel Lopez (Juanula) lo tuvieron preso mucho tiempo, mismo que tenía una edad ya avanzada y tambien conoció la famosa cárcel de Burgos, una de las más terribles y que era raro de que ningún preso condenado por el regímen de Franco se haya escapado de pisarla.



Unos días después de ser ocupada Alhama, se produjo un incendio en dicho teatro, pues las fuerzas que invadieron el pueblo se instalaron allí. Eran los moros de Marruecos los “legionarios” que Franco contrató para combatir a la “canalla comunista” ! según el periódico Ideal del 23 de Enero 1937  [3] (sin comentarios) !


Alhama quedó en poder de la Revolución en unas horas, o sea que no teniendo ninguna fuerza militar, solo un puesto de guardia civil de unos cuantos números y con una población de unas 10.000 almas (con más del 80% de obreros), los pocos fascistas que no pudieron, o no quisieron, huir a la capital a la zona “rebelde”, el pueblo los metió en la cárcel y entre ellos algún cura - que dicho sea de paso, no era oro todo lo que relucía - pues uno de estos curas conocido con el apodo de “el Curilla”, debajo de la sotana llevaba una pistola en lugar del crucifijo.


Al otro día de haber sofocado dicha sublevación provocada por los rebeldes, el pueblo, es decir los trabajadores, implantaron el “comunismo libertario autogestionario”. Los obreros estaban organizados en los dos sindicatos que existían, la C.N.T. y la U.G.T   [4], el primero apolítico, y el segundo político pues servía de correa de transmisión del partido Socialista. No obstante los obreros estaban unidos. En seguida crearon un consejo campesino presidido por Lucas Gutierrez Lopez (mi padre) y organizaron las colectividades de las tierras y un molino de harinas, propiedad de D° Paco Larios (huido con los fascistas).
También organizaron un batallón de milicias con el nombre de “Batallón Granada”. Dicho capitán era primo hermano  de mi padre y se llamaba Lucas Gutierrez Lopez (como mi padre) ; los dos tenían el apodo de “perrutes” por venir el dicho sobrenombre de los abuelos. Así que a mi padre lo conocián por Lucas “el chófer” debido a que tenía un camión, y más tarde un coche de punto.
Como digo el “Batallón Granada” tenía 950 hombres, todos de Alhama, y de aquellos pueblecitos de los alrededores tal como Jatar, Fornes, Arenas de Rey, Cacin, Santa Cruz del Comercio y demás. Dicho Batallón lo veíamos nosotros los chiquillos hacer la instrucción cada mañana en el Paseo del Signe (centro de Alhama). Hacían la instrucción vestidos con la misma ropa de campesinos, el clásico pantalón de pana color rubio ; todavía no tenían ropa de milicianos y menos aún armas    [5].. Mientras las milicias esperaban impacientes el dicho armamento para defender a la Republica, los” comunistas” se presentaron una mañana armados hastas los dientes para deshacer la colectividad que los obreros alameños habian creado
Habían unas milicias de la FAI y juventudes socialistas más que bien armadas. Me acuerdo de que una mañana temprano nos despertó el ruido de un convoy de milicianos procedentes de Málaga con dirección a Granada (diré que nuestra casa la puerta de entrada daba a la carretera que sale de Alhama a Granada). Yo no me acuerdo exactamente la fecha pero si sé de que estabamos en verano, o sea que hacía buen tiempo, según mis calculos podría ser sobre los últimos días de julio 1936 y los primeros de agosto 1936. Debido a que algunas semanas después, mis padres se cambiaron de domicilio para irnos a vivir a la casa de un rico que se había quedado vacía, pues sus dueños que eran fascistas a más no poder se escaparon a Granada que estaba en manos de las fuerzas rebeldes. Y fué en dicha casa, en la calle Salmerones en donde el consejo campesino de Alhama puso la “colectividad”. Lo primero porque se quedó vacía y también por ser, sino una de la más grande, una de las mejores adecuadas para dichos menesteres, y para que mi padre que lo pusieron como responsable para distribuir las mercancias estuviera sobre plaza, el consejo campesino le aconsejó que se instalara allí.
Pues nosotros vivíamos en el barrio de la Joya   [6], bastante distanciado del centro del pueblo, en una casa perteneciente a mi abuela paterna (al abuelo no llegué a conocerlo por haber fallecido ya de tiempo). Fue en este barrio conocido con el nombre de la Joya y en casa de mi abuela Encarnación, la Juanula, en donde nacieron mis dos hermanos y yo       [7].
Como digo por nuestra casa empezaron a pasar un cordón de camiones cargados de milicianos que según las noticias después que terminaron de pasar, habian salido de Málaga aquella mañana al alba e iban dispuestos a tomar Granada […]. Yo me acuerdo que iban muy contentos cantando unas canciones muy populares que se escuchaban muy




frecuentes en aquellos tiempos y que decían así :


Málaga es la que levanta El grito de la humanidad
Levantaremos nuestras armas Por la revolución social.


No queremos la guerra Luchemos por la paz Cantemos todos juntos.
La revolución social


El comunismo hemos de implantarlo El comunismo es nuestra salvación Luchemos todos como hermanos


U.H.P, U.H.P Revolución.(Unión de Hermanos Proletarios).

AquÍ tengo que señalar de que el comunismo de que se hablaba en aquellos tiempos era el Comunismo Libertario. El comunismo autoritario y del que Franco se benefició tanto, ese vino después. En los primeros momentos de la Revolución, no existían. Fueron los “estalinistas“ que nos lo trajeron para mal del pueblo español […].
También recuerdo que aquellos milicianos iban con unos pañuelos al cuello color rojo y negro y los gorros eran tambien del mismo color […]. Yo no puedo detallar exactamente el número de canciones, pero si me acuerdo de que eran muchas.
Cuando terminaron de pasar todos los camiones cargados de milicianos pertenecientes a alguna columna, no puedo asegurar de que fuera la columna de Maroto, lo que si sé, es que dicha columna actuaba por aquel sector de la provincia de Granada      [8].
El caso fue que cuando los últimos camiones terminaron de pasar, se empezaron a sentir unos zumbidos muy fuertes, como cuando hay tormentas y dán esos truenos tan exagerados. Me acuerdo de que yo estaba jugando en la calle con mi hermano Francisco, más pequeño que yo, y con otros niños y al sentir aquellos zumbidos tan fuertes una vecina  nos entró en su casa por estar más cerca que la nuestra. Las bombas calleron algo más abajo entre los “cortijillos” y el puente de los baños, pero parecía de que el techo de la casa en la cual nos acogió nuestra vecina Juana (la de Jaspes), se quería caer encima de nosotros. Luego que se terminó el bombardeo, empezaron a subir coches con heridos y demás hubo mucho alboroto por parte de la población civil, pues aquello no se conocía, era la primera vez que alli caían bombas.

Tengo que dejar sentado que en Alhama no había hospital, solo consultorio en donde se podía hacer las primeras  curas, y para las más graves tenían que ir a Graná (Granada). Este fue el caso de algunos heridos, entre ellos iba uno que le llamaban Bocaladea y como digo, en vez de curarlo en el Hospital de San Juan de Dios, adonde los llevaron, los eliminaron. Estos hechos tan bárbaros y nada de humanos y muchas cosas más se sabían en Alhama lo que estaban haciendo los “Fachas”, en la zona que iban ocupando, tal como los moros abusaban de las chicas jóvenes y despues las pelaban y luego las “degollaban”. Pues Franco les había dado carta blanca y aquellos moros venían “fanatizados”, tanto que creían que si morían en España, luego resucitaban en Marruecos.

[…] ¿Como en Alhama se sabía todas las atrocidades que los fascistas estaban cometiendo en la capital ? Pues por las muchas personas que estaban llegando cada día huyendo de la “quema”. Alhama fue un punto estratégico que concentró mucha fuerza y si Queipó de Llano hizo todo lo que estuvo a su alcance para tomarla cuanto antes, era porque los tenía muy preocupados “a los Fascistas” debido a que Granada no la tenían muy segura en tanto que Alhama estuvo en poder republicano. Alhama acogió a muchos refugiados que se pudieron escapar de las “garras fascistas”, familias enteras llegaron a Alhama y mucha población civil. Y el consejo campesino, las fueron instalando en donde buenamente pudieron. En mi casa mis pades acogieron a una muchacha de Cijuela, jovencita, que luego  vendría a ser tía nuestra                  [9]].

Es la razón por la cual que cuando se supo que las fuerzas de Quiepo de Llano venían dispuestas a tomar Alhama, en los barrios obreros no quedó ni una rata. El barrio de la Joya se quedó vacío, las calles Bajas, el Tejar, el Carril, la puerta Graná, las cacillas, el portillo, la callecilla y un gran etc.
Se quedaron los pocos caciques que había. Pues la mayoría se fugaron al estallar el “movimiento” y tambien hay que decirlo, las personas mayores y algunas aisladas, como fue el caso de mi abuelo materno, que debido a su avanzada edad y el estado de su familia, tres mozuelas y un varón jovencito, dijo : “que sea lo que dios quiera !” Y se quedó. Tambien se quedaron esa clase de gente que aprovechan estas ocaciones para medrar : pues “a rio revuelto”….. A estos los podríamos llamar los Sanchos Panzas, aunque pocos, y después claro esta, salieron los nuevos ricos : pues “no hay mal que por bien no venga”. De estos fue un tal Lucas Perrute que vivía en Santa Cruz del Comercio y tenía una taberna en un sitio llamado Los Claveles. Teníamos noticias de que no lo pasaba muy bien que digamos, pues era también familia de mi padre      [10]. Pues esta persona cuando volvimos de la zona republicana no estaba más en los Claveles en Santa Cruz, el buen señor se había instalado nada menos que en la placeta, en una taberna en el centro del pueblo. Como se las arregló ? Misterio, lo cierto es que se quedó con los nacionales (o sea con los fachas) y ya marchaba sobre ruedas, pronto se compró un camion y luego una huerta y los hijos más tarde se paseaban con coche propio, y ya tenía obreros que esplotaba ¡Para eso nos provocaron aquella “Maldita guerra”, para que los unos viniéramos en la miseria y los otros se enriquecieran.

Cuando se produjo el primer bombardeo en el puente de los baños, como es natural, cuando ocurren estos acontecimientos produce un pánico terrible, sobretodo en la población civil. Entonces la persona que tenía la responsabilidad de la carcel, al ocurrir aquello del bombardeo, la primera cosa que hizo fue abrir la puerta de la cárcel,




en la cual había algunos caciques y tambien algun cura. Al conocer la noticia, el pueblo en maza reaccionó y salió a buscarlos. Unos se escondieron en la calle “Llana”, en casas de ricos claro estad, y otros salieron por el campo, en los “Encerraderos”. Dire que allí pasó como en Fuenteovejuna : todos a una (obra de Lope de Vega).Yo me acuerdo de que salió todo el pueblo por aquellos campos buscando a los presos que se habían escapado ; entre ellos había cuatro curas. Hubo algunos heridos y tambien algun muerto. En lo que toca a los obreros estaban desarmados, algunos tenían algunas escopetas de aquellas de un cañon y la mayoría con palos y lo que les pillaba a la mano.
Algun tiempo después, no puedo recordar la fecha, Alhama fue otra vez bombardeada y cosa curiosa, esta vez fue la aviación republicana la que vino a echarnos unas bombas. Recuerdo que fue allá sobre la tarde, entre las cuatro o cinco de la tarde, eran 9 pavas (aviones de bombardeo). Entonces mis padres se habian trasladado a la Calle Salmerones, en el centro del pueblo, y yo estaba jugando en la plaza del Carmen junto a la iglesia del mismo nombre, con unos primos mios, hijos de mi tia Sanpedro que vivian alli, y al sentir el ruido de aquellos aeroplanos su madre vino a buscarnos y nos metimos en unas habitaciones que esta casa tiene bajo el Tajo, hasta que se fueron.
Esta cuadrilla de aviones, que como digo eran 9, el que los mandaba era un “Facha” camuflado, y la misión que tenía era de ir al frente de Loja, que ya había caído en poder de las fuerzas de Quipo de Llano, pero les dió la orden de tirarlas en Alhama, que seguía fiel a la República. Las bombas las tiraron en un sitio llamado El Cerro Pae (Padre) Cura, bastante distanciado del pueblo. Esto quiere decir que no hubo que lamentar ninguna victima  humana.
Se tuvieron noticias de que aquel elemento fue descubierto, pues los aviadores notaron sospechas y por eso decidieron tirar las bombas por aquellos cerros.

Yo seguía vivendo con mis padres en la calle Salmerones, en una casa que su dueño como era un “facha”, se fugó a Granada, como otros muchos. Este individuo se llamaba Paco Velazco (Francisco) y fue en esta casa en donde el consejo obrero Campesino, decidieron implantar la colectividad agrícola. Y de que fuera mi padre el que se responsabilizara, en tanto que secretario de dicho consejo                                                                            [11]. […]
Tengo que señalar de que a mi y a mi hermano Paco no nos hizo ninguna gracia el cambio porque perdimos a los amigos que teníamos en la Joya : los niños del Borrucho, otro como yo que se llamaba Juan, los niños de Orejillas, José, también como yo, su papa era cabonero, otros niños de Claudio, los de la Bonita, Juanito, todos estos chiquillos habitábamos en el mismo barrio, la Joya, casa arriba casa abajo.
En cuanto a nuestro nuevo domicilio    [12], lo que se llama niños no había. Así que nos pasabamos el tiempo por esta casa que era imensa. En los pisos superiores, pues los bajos era en donde habían acumulado todas las mercancías, tanto cereales de todas las clases, aceites (de oliva), claro está, las matanzas, etc…y como mi padre estaba allí de guardia cotidianamente, pues no nos dejaba salir.

Lo único que podíamos hacer era asomarnos a los balcones y desde allí observábamos todo lo que pasaba cada mañana. En el paseo, veíamos a los hombres haciendo la instrucción en el paseo sin el uniforme de miliciano, o sea con la ropa que cada uno vestía de paisano. Quiero aclarar que en aquellos tiempos los trabajadores que se ocupaban de las labores del campo, y estos eran la mayoría, vestían el clásico pantalon de pana. Desde estos balcones observabamos nosotros los chiquillos todos los movimientos que se desarrollaban.
No lejos estaba el castillo, construcción árabe ; allí se había instalado un batallón o centuria de la FAI y gracias a dichos milicianos los miembros del consejo obrero (los responsables) pudieron salvar el pellejo, entre ellos estaba mi padre, pues la colectividad intentaron asaltarla por un grupo comunistas-estalinistas, pero por esta vez “les salió la Moza respondona” como se suele decir.

Los hechos se desarrollaron de la siguiente forma : una mañana, aprovechando de que el consejo campesino se encontraba reunido en el Ayuntamiento de Alhama           [13], se presentó una milicia militarizada “comunista” procedente de Málaga y rodeó el Ayuntamiento con el propósito de fusilarlos a todos allí.
Mi madre, cuando llegó la hora del almuerzo    [14], empezó a inquietarse y finalmente volvería mi padre a casa al oscurecer, cuando se terminó todo gracias a aquellas milicias Faistas que intervinieron y pudieron sofocar el que aquel grupo de comunistas estalinistas que según decían habían llegado de Málaga puramente con la intención de deshacer  la obra de aquella colectividad y que el pueblo trabajador había puesto todo su empeño en construirla y organizarla. También intentaron aquellos comunistas mandados por un tal Montes (dicho elemento se presentaba en nombre de la FAI) […] de utilizar la cárcel para meter en ella a todo aquel que se opusiera a su plan o sus planes. Prueba de ello que entre los que encerraron, unos pocos, había un hermano de mi padre, el más joven. Pues la intención (o las ordenes que traían desde Málaga) […] era de deshacer las colectividades, tanto agrícolas como harineras, porque entre los molinos el más grande, o el que tenía más operarios, también se puso en colectividad, y fue el que más producía, después de que los mismos obreros modificaron la maquinaría debido a que era antigua.
A mi tío Paco (Francisco) lo metieron en la cárcel porque se negó a darles a aquella gente (los comunistas) unos jamones, pues mi abuela paterna tenía una tienda de ultramarinos en la calle Fuerte, en Alhama, y el que depachaba era mi tío Paco  [15].

Mientras tanto seguíamos habitando en esta casa, por las circunstancias casa incautada, y desde los balcones prensenciábamos muchos acontecimientos que se iban desarrollando día a día. Por ejemplo en Alhama había un cañon del 15 y medio y que lo veíamos pasar todos los días por la calle del Sirso, abajo y prolongación de la calle Salmerones, es decir, por nuestra misma puerta, hacían el recorrido cotidiano todas las mañanas a media mañana poco más o menos.

A nosotros los chiquillos aquello nos divertía y siempre estabamos en el balcón a la cita. Había algunos días que el cañon llevaba la boca destapada y entonces la gente comentaba y decía de que “había moro en la costa”, o sea de “que daba mala espina”, quiere decir que había alguna alerta de algo y por eso había que estar preparados.
Aquel cambio a nosotros los chiquillos no nos fué mucho de nuestro agrado que digamos, pues es verdad que la casa era grande, pero allí no teníamos a otros niños para jugar, siempre allí metidos en la casa como una cárcel […]. Y hasta dejé sobretodo, yo que era el más grande, de ir ala escuela, pues ya había empezado a ir a los párvulos, esto quiere decir que a mis amigos de la Joya ya no nos pudimos encontrar más, pues después cuando tuvimos que correr, fue la desbandada y “todo se quedó en aguas de borrajas” (en nada).

Quiero contar el caso de un cura, hijo del pueblo llamado Juan Castillo, y esto requiere punto y aparte, pues ya he explicado algo de que en Alhama mataron a cuatro curas, como se suele decir “a río revuelto ganancia de pescadores”. También quiero señalar de que a uno lo vimos pasar por nuestra puerta en el bario de la Joya camino del cementerio. Pero también quiero dejar sentado de que uno de estos curas, conocido con el apodo del “curilla” (debido a su poca estatura) de debajo de la sotana en vez de llevar un crucifijo, llevaba una pistola del nueve largo y en los años del




Bienio Negro, o sea en el 1933-34 cuando mandaron las derechas, hasta amenazaba a la gente cuando a el se le antojaba. Don Juan Castillo, sacerdote nativo en Alhama, era de una familia hacendada. Sus padres tenían una posición holgada y quisieron que su hijo fuese cura. No obstante era un hombre lo que podríamos llamar un buen cristiano viejo. El se ocupaba de su Iglesia y nada más, y si alguién lo solicitaba para algún servicio, allí estaba Don Juan Castillo.

Prueba de ello es que al estallar el “movimiento” el 18 de julio 1936, elsequedócomocualquier otro ciudadano.  Entonces fueron los responsablesde los sindicatos y demás quienes le aconsejaron que se vistierade paisano […] y que se retirara a la Huerta de Cañon, propiedad de su familia. Y nadie se metió con el para nada.
Aquí quiero contar una anecdota que me contó un tío mio, Manuel Espejo Lopez, “Mamiso”, primo hermano de mi padre y que por aquello del azar tambien tuvo responsabilidades en cuanto a la colectividad del molino de harina de Don Paco Larios. Pues el tío Manolo, como lo llamabamos, se ocupaba de intercambiar las mercancías (en este caso la harina ) con la zona de Málaga                                      [16]. Pues mi tío le debe la vida al dueño de dichos molinos y que además era en aquellos momentos el jefe de Falange y su patrón lo quiso avalar no obstante, como el me contó varias veces, estuvo con la “pella en el culo” , (con mucho miedo) como se suele decir. Y es que en aquellos momentos la vida de los republicanos estaba pendiente de todos aquellos fachas, y si querían te mandaban al cementerio, sin más ni más ; y si al contrario te avalaban, ya le podías dar gracias a dios, y entonces ya quedabas esclavo de esta persona                                    [17].
Ahora quiero venir a Juan Castillo, sacerdote. Don Juan Castillo ejercía en sus oficios religiosos en la Iglesia del Carmen, entre los tajos y el castillo. Aquella mañana cuando se tuvo la noticia de que los militares se habían levantado    [18],Don Juan Castillo se preparó como cada día a celebrar los oficios religiosos y cuando llegó a lo hondo de la calle Salmerones, un poco antes de llegar a la iglesia del Carmen un tío mío que trabajaba allí despachando harina, al verlo , después de saludarlo le preguntó : ¿pero Don Juan, usted no esta informado de la noticia esta mañana ?”. A su repuesta negativa fue mi tío y lo invitó a tomar una copa de aguardiente en una taberna que había al lado, y que el dueño pertenecía a la CNT. Entonces lo estuvieron informando de los acontecimientos, y como ya he comentado más arriba, se marchó a su casa al campo y a este hombre no le pasó nada, pues aunque era cura era un hombre muy querido por los medios obreros.


La guerra civil en la comarca de Alhama.

En nuestra comarca, las formas externas de la “revolucion social” alcanzaron costas importantes, tanto en lo que se refiere a los intentos de organización colectiva de la producción, como en el ataque a la Iglesia, pasando por instruir batallones milicianos símbolos de una nueva forma de entender el Ejército. Convendría, no obstante, no olvidar que la presencia de voluntarios anarquistas malagueños en la zona, y el permanente contacto en vanguardia con el enemigo extremaron algunas de las actuaciones contra los considerados ideologícamente desafectos a la República.

Alhama de Granada y el comité revolucionario : estuvo compuesto, entre otros, por los hermanos Andrés y Antonio Pelaez Navarrete ; el dirigente de las Juventudes Socialistas Rafael Cacero Arenas y el de las Juventudes Libertarias, Juan Ramos Trescastro. Paralelamente actuó un Consejo obrero campesino dirigido por Francisco Peña Palacios, de la UGT, que llevó a cabo asentamientos de trabajadores en las tierras de propietarios de derechas, huidos o encarcelados, así como incautaciones de cosechas con el asesoramiento del Comité de incautaciones presidido por el también  ugetista Lucas Gutierrez Lopez. En contacto permanente con los mismos, el alcalde Juan Miguel Perez Larios, en 1936, diputado provincial por el PSOE, desenpeñó el labor de encuadramiento del Batallón Granada, del que fue nombrado Comisario. El Capitán de dicho Batallón Granada era Lucas Gutierrez lopez, primo hermano de mi Padre, lo cual vivía  en una huerta en el río abajo cerca de Santa Cruz. Y también quiero agregar de que ya en guerra actuando en el frente de Jaén accedió a Comandante.

La persecución a la Iglesia, el anticlericalismo inconoclasta quedó patente en Alhama. La iglesia parroquial fue utilizada como refugio, la iglesia del Carmen como sede de la Casa del Pueblo y escuela laïca. Fue incendiado el convento de San Diego y se dedicaron para vivienda las Ermitas de los Remedios, Angustias y Virgen de la Peña, Varios.
En la ámplia zona del sur y suroeste de la provincia de Granada (que comprende las comarcas de Loja, Alhama y Motril, y que quedó imediatamente en zona republicana gracias a las penetraciones de las milicias malagueñas y almerienses), Alhama se convirtió desde finales de julio de 1936 en una base de operaciones de milicias fascistas malagueñas, y Cuartel General de milicianos socialistas granadinos, en suma en un foco de irradiación revolucionario que afectaría a toda la comarca.

Ejército Republicano en la Comarca :
Tras el repliegue de las fuerzas malagueñas posterior al fracaso de la ofensiva sobre Granada, el dispositivo defensivo de los republicanos era escaso y mal organizado. Contaba con
-  dos compañías (una de ellas de milicianos) con dos ametralladoras en Ventas de Zafarraya.
-  200 milicianos a caballo de Agron (La caballería de Agron)
-  dos compañías (una de milicianos), 200 combatientes de la FAI (Federación Anarquista Iberica)
-Un Batallón de 950 hombres en período de instrucción y sin armamento.


*Parte de este artículo está extraida del libro La revolucion y las colectividades en Alhama de Granada, memorias de Juan Gutierrez Arenas.

( http://fal.cnt.es/tienda/?q=node/478 ) El link es para el que esté interesado en conseguir el libro, que no es fácil de encontrar.


Bienvenidos a mi blog

¡Muy buenas! creo este blog con la sana intención de compartir mis escasos conocimientos sobre algo que me apasiona: la historia (sobretodo reciente) del poniente Granadino.  
A veces pensamos que es algo muy lejano, que es algo que no nos influye, pero nos equivocamos. En esta época de paz relativa en la que nos encontramos es fácil olvidarse de que nuestros abuelos se vieron envueltos en una guerra, una guerra que trajo hambre, muertes. Para nuestros abuelos el hambre era tristemente habitual. El haber perdido a alguien (bien a manos de los nacionales o de los rojos, ya que ambos bandos hicieron barbaridades) era también algo habitual para ellos.  Por eso es importante recordar la historia, porque aparte de conocernos nosotros mismos y de poder entender el mundo en el que vivimos nos va a permitir mirar con un respeto aun mayor a nuestros abuelos y abuelas, ya que esas personas que hoy vemos han sufrido las mayores atrocidades que puede cometer el ser humano: las atrocidades de la guerra. 
Espero que disfruteis del Blog. 

Francisco Sánchez